Imagina que está lloviendo y te mojas porque tu paraguas tiene agujeros. Ahora imagina que ese paraguas es tu barrera cutánea, y su trabajo es retener el agua y a la vez proteger las capas de la epidermis de los elementos. En este caso, los intrusos son elementos ambientales como la polución, las bacterias y los rayos UV. ¡Lógicamente, es de gran importancia mantener intacta esta protección y evitar dañar la barrera cutánea!
1 - Irritación y enrojecimiento por el uso de exfoliantes agresivos y peels que resultan en una piel dañada
2 - Piel seca, con picores o descamación que no mejora con ningún humectante
3 - Erupciones y brotes que aparecen repentinamente o después de usar tu crema facial de siempre
4 - Ardor después de usar un producto de belleza
5 - Inflamación: hinchazón o aumento de la sensibilidad
¿Te gustaría saber cómo reparar la barrera cutánea? Añade a tu rutina de cuidado de la piel ingredientes que preservan sus aceites naturales (lípidos), y descarta aquellos que eliminan estos aceites.
En lo que respecta a reparar la barrera cutánea, las palabras clave son paciencia y delicadeza. Aunque es posible reparar una barrera cutánea dañada, no existe una crema para reparar la barrera cutánea de manera instantánea. La piel dañada es sensible, y necesita tiempo y mimos para sanar.
Los mejores productos para reparar la barrera cutánea están repletos de lípidos, ingredientes calmantes que fomentan la creación de células, y antioxidantes suaves. La línea Garnier SkinActive de limpiadores y humectantes es perfecta para reparar la barrera cutánea dañada ya que está formulada para empapar y rehidratar.
Elimina cuidadosamente las impurezas con Hyaluronic Acid + Aloe Micellar Water o un limpiador sin sulfatos ni jabón. A continuación, aplica un humectante ligero pero intensamente penetrante como Moisture Bomb o Moisture Rescue. En cuestión de semanas, comenzarás a notar un brillo radiante y tu barrera cutánea estará más sana.
