Los años de la adolescencia pueden ser difíciles de manejar. Entre una incipiente agenda social, las actividades extracurriculares y la presión académica, los niveles de estrés pueden aumentar y la piel puede sufrir cambios desagradables. Para aliviar en parte el estrés, abordaremos los problemas de la piel. A continuación, hablamos de los problemas más comunes del cuidado de la piel de los adolescentes y cómo tratarlos eficazmente.
El acné es un problema cutáneo común que afecta a muchos adolescentes. Los cambios hormonales pueden desencadenar una sobreproducción de grasa (sebo). Este exceso de grasa, combinado con las células muertas de la piel y las bacterias, puede obstruir los poros y provocar brotes. Las células muertas también pueden contribuir a obstruir los poros, por lo que la exfoliación regular es un complemento útil en la rutina de cuidado de la piel.
Se forman cuando los poros se obstruyen con una mezcla de células muertas, grasa y bacterias. La exposición al aire hace que esta mezcla se oxide, dando lugar al característico color negro.
Una piel brillante, sin ayuda de cosméticos, puede indicar un exceso de producción de grasa. Si tu piel brilla o se engrasa constantemente, puede que el maquillaje no se mantenga. Las personas de piel grasa suelen sentir que su piel está realmente limpia solo inmediatamente después de lavarse.
La limpieza diaria evita la acumulación de grasa, células muertas y sebo, que puede provocar brotes. Utiliza un limpiador suave que contenga peróxido de benzoílo o ácido salicílico para ayudar a mantener la piel despejada. Mantén una rutina constante de limpieza, humectación y aplicación de FPS.
Las células muertas de la piel pueden obstruir los poros, por lo que la exfoliación regular es esencial. Evita los exfoliantes fuertes con texturas granuladas o ingredientes como arena o cristales, ya que pueden irritar la piel. Elige un producto con ácido glicólico para eliminar suavemente las células muertas de la piel y minimizar la obstrucción de los poros.
El tónico ayuda a eliminar el exceso de grasa de la superficie de la piel, favoreciendo una tez más despejada. Después de la limpieza, aplica un tónico suave para eliminar cualquier resto de grasa.
Incluso la piel grasa necesita hidratación. Humecta cada mañana y cada noche con un producto ligero y no comedogénico. La protección solar es crucial: elige siempre un humectante con FPS 15 o superior para proteger la piel del daño solar.
Una o dos veces por semana, utiliza una mascarilla para eliminar el exceso de grasa y las impurezas. Algunas mascarillas de arcilla también pueden minimizar el aspecto de los poros, dejando la piel suave, limpia y revitalizada. Son un complemento excelente de tu rutina de cuidado de la piel para una limpieza profunda.
