¿Por qué de repente tengo piel grasa?
Muchas personas relacionan la piel grasa con la pubertad y las hormonas que originan la oleosidad y las erupciones de la piel joven. Sin embargo, la piel grasa no es solamente un problema de adolescentes y veinteañeros; en realidad, puede aparecer repentinamente a cualquier edad. ¿Por qué se produce? Hay muchos factores que pueden contribuir a la aparición repentina de la piel grasa y vamos a investigar cuál es la posible causa para que no tengas que sufrir la piel grasa.
Posibles causas de la piel grasa
Has observado un cambio repentino en la piel (se forma brillo permanentemente en la piel y te despiertas con el rostro grasoso). Tal vez ahora tu maquillaje se «corre», cuando antes permanecía intacto por horas. Si usas una banda de papel secante para secar el rostro, la grasa aparece visible sobre ella. Si no sabes por qué de repente tienes problemas en la piel, hay muchos motivos para que eso suceda. Hemos detallado 7 motivos y las soluciones para devolver el equilibro a la piel.
1. Estrés
¿Te sientes ansiosa por algo? Tal vez tu rostro lo está demostrando. Esto se debe a que, cuando estás estresada o ansiosa, tu cuerpo produce cortisol, la hormona del estrés, que puede provocar que se produzca más grasa en el cuero cabelludo y la piel. Practica meditar o date cita para un baño relajante para calmar tus nervios y liberarte de esa tensión acumulada.
2. Falta de hidratación
El agua es esencial para la apariencia saludable de la piel. Si no bebes suficiente agua, tu piel puede lucir seca. Por otro lado, puesto que tu piel no recibe la hidratación que necesita, puede comenzar a producir sebo y un exceso de grasa para compensar la falta de hidratación. La mejor solución es beber mucha agua a diario. Si no te gusta el agua sola, el té de hierbas descafeinado es una buena alternativa.
3. Exceso de ingestión de azúcar
Si te encantan los antojos dulces, como los pasteles, los refrescos y el helado, tal vez quieras replantearte tu dieta. El azúcar aumenta la producción de andrógenos en el cuerpo, que a su vez puede provocar una mayor producción de grasa. Si no puedes vivir sin azúcar, intenta calmar los antojos con dulces endulzados naturalmente, como las frutas.
4. Rutina de cuidado de la piel demasiado intensa
¿Solías tener la piel ligeramente grasa o brillante en la zona T y decidiste usar artillería pesada? Muchas veces la piel mínimamente grasa se empeora debido a una rutina de cuidado demasiado abrasiva. ¿Limpias la piel más de 2 veces al día con productos que contienen alcohol o la exfolias con sustancias granulosas, como arena o cristales? Si tu respuesta es sí, tal vez estás agrediendo los aceites naturales de la piel e interfiriendo en su función de barrera. El resultado puede ser la piel más grasosa. Prueba a usar un limpiador formulado para tu tipo de piel en lugar de lavarla constantemente. Sugerimos un limpiador infusionado con carbón, como Garnier SkinActive Pore Purifying 2-in-1 Clay Cleanser/Mask. Sentirás la piel increíblemente limpia, y la fórmula infusionada con carbón eliminará todas las impurezas sin agredir la piel. Tu piel brillará, no por la grasa sino por su hermosa apariencia.
5. Piel grasa hereditaria
Probablemente este sea el motivo más frustrante, pero tu tendencia a la piel grasa puede estar predeterminada en tus genes. Ya que no puedes modificar la genética, sigue los consejos de cuidado de la piel y estilo de vida que mencionamos anteriormente para minimizar la producción de grasa y sebo.
La piel grasa puede representar un desafío, particularmente si aparece de repente, pero si sabes cómo cuidar la piel y el organismo en general podrás ayudar a combatir la grasa.