Hay varios factores que contribuyen a las puntas abiertas, muchos de ellos están bajo tu control. Lavarse el cabello en exceso (más de tres veces por semana) elimina sus aceites naturales, lo que provoca sequedad y quiebres. Secarse el cabello vigorosamente con una toalla cuando está mojado también puede causar daños, ya que el cabello mojado es más propenso a quebrarse. El calor excesivo de las herramientas de peinado, como planchas, rizadores e incluso secadores, puede resecar aún más el cabello y contribuir a la aparición de puntas abiertas. Por último, los tratamientos químicos frecuentes, como la coloración, la permanente o la relajación, pueden debilitar el tallo capilar, haciéndolo más propenso a abrirse.